2/27/2007

Pensamiento del Sentimiento

¿NOS DA MIEDO PENSAR?.
Bertrand Russell: Principios de reconstrucción social. 1916.
Los hombres temen al pensamiento más de lo que temen a cualquier otra cosa del mundo; más que la ruina, incluso más que la muerte. El pensamiento es subversivo y revolucionario, destructivo y terrible. El pensamiento es despiadado con los privilegios, las instituciones establecidas y las costumbres cómodas; el pensamiento es anárquico y fuera de la ley, indiferente a la autoridad, descuidado con la sabiduría del pasado.

Pero si el pensamiento ha de ser posesión de muchos y no el privilegio de unos cuantos, tenemos que habérnoslas con el miedo. Es el miedo el que detiene al hombre, miedo de que sus creencias entrañables no vayan a resultar ilusiones, miedo de que las instituciones con las que vive no vayan a resultar dañinas, miedo de que ellos mismos no vayan a resultar menos dignos de respeto de lo que habían supuesto.

¿Va a pensar libremente el trabajador sobre la propiedad?. Entonces, ¿que será de nosotros los ricos?. ¡Van a pensar libremente los muchachos y las muchachas jóvenes sobre el sexo? Entonces, ¿Que será de la moralidad? ¿Van a pensar libremente los soldados sobre la guerra? Entonces ¿Que será de la disciplina militar? ¡Fuera el pensamiento! ¡Volvamos a los fantasmas del prejuicio, no vayan a estar la propiedad, la moral y la guerra en peligro!

Es mejor que los hombres sean estúpidos, amorfos y tiránicos, antes de que sus pensamientos sean libres. Puesto que si sus pensamientos fueran libres, seguramente no pensarían como nosotros. Y este desastre debe evitarse a toda costa. Así arguyen los enemigos del pensamiento en las profundidades inconscientes de sus almas. Y así actúan en las iglesias, escuelas y universidades.

2/14/2007

Lo verdadero, lo justo, lo bueno, lo bello, y lo útil

En ciertas circunstancias es valido perseguir la verdad como medio y fin para verificar la realidad material. Aún cuando es básicamente difícil buscar esa autenticidad, pues ni siquiera se han puesto de acuerdo en describir esa conformidad de las cosas con el concepto intelectual que se tiene, y si esa propiedad innata es inmutable. En otras ocasiones se hace necesario indagar sobre lo justo para si mismo, para los demás e incluso para (del verbo parar) los otros; y sólo de esa forma hallar lo preciado, lo anhelado a tal punto de encontrarse entre tus afectos, como un atributo del orden. Ese estar dentro de las Leyes divinas o profanas, conforme al derecho y la razón; una virtud ciertamente tornadiza y preclara al mismo tiempo. Que en la comunidad se da un valor muy alto a eso que es moralmente positivo o bueno, so pena de decir que esto es muy relativo, y depende del ideal de normalidad y del conjunto de principios orgánicos que rigen en ese orden social; pudiendo ser gustoso para unos, inocuo para algunos tantos más, inicuo para cualquiera, desagradable para otros y aburrido para muchos; o tener propósito definido y no ejercerlo. Hay fenómenos donde lo bello es un deleite espiritual o psíquico que hace amar por su sola estética, y que ha sido acreditado como máxima jerarquía de los hechos y en esa pluralidad de actos donde no siempre encontramos el paradigma de belleza en el que se está convencido, nos hacemos la vista gorda o peor aún condenamos de manera increíblemente arrogante la supuesta anomalía de aquello que decidimos es normal. Y en cuanto a lo útil, pues no se hace en la Humanidad otra cosa que procurar o pretender la utilidad, el beneficio, un lucro incesante que escapa de nuestras concepciones emocionales, y que, en ocasiones: destroza creencias, derrumba razones. La naturaleza de la creación de las herramientas o instrumentos vienen a ser la comodidad y la carestía. Siendo meramente ilusorio encontrar ese Santo Grial soñado el cual sería: Todo aquello que es Útil tiende a ser Bello y constituye algo Bueno para la realización de los Justos objetivos de hallar la Verdad.

Juan Ernesto Rondón León

Corregido el: 17 de Julio de 2009